Queridos amigos y amigas…
En agosto celebramos la maratónica cien de Enlace. Como algunos de ustedes saben, la historia de Enlace ha sido una experiencia de milagros y revelaciones a lo largo del camino. Cuando Don Jonás González Rodríguez recibió el privilegio de llevar el mensaje del evangelio a través de la tele- visión, esto parecía imposible. Sin embargo, para sorpresa de todos el Señor de verdad le había hablado. Don Jonás González era un apasionado por las almas y esa pasión le dio la fuerza para seguir adelante y creer que si Dios lo había dicho, Él lo iba a hacer.
En 1988, hace exactamente 28 años en el mes de septiembre, por primera vez salió al aire la señal de canal 23 desde la fábrica de pastas Lucema en el barrio Los Ángeles en San José, Costa Rica. Le decíamos cariñosa- mente “la voz de la cuadra” porque solo abarcaba unas cuantas cuadras alrededor. Cuando ya se tuvo el primer transmisor, el reto era cómo íbamos a sostener un canal de televisión. No teníamos ni idea y fue así como se hizo la primera maratónica en el año de 1990 en la iglesia del Centro Evangelístico de Zapote que dirige el pastor Hugo Solís, en Costa Rica.
Ahora podemos decir que eso no fue una maratónica bajo el diseño de Dios, sino una recolecta, ya que se pedía al pueblo que nos ayudará para llevar el mensaje del evangelio. Al principio así se desarrollaron las maratónicas y cuando se inició la construcción del estudio, estuvimos por más de un año todos los días, mañana y noche pidiendo contribuciones al pueblo costarricense para poder terminar. Hay que tomar en cuenta que para ese tiempo el porcentaje de cristianos evangélicos en Costa Rica era un de un diez por ciento en una población de aproximadamente cuatro millones de habitantes. Sin embargo, nuestra oración era que cada persona que sembrará pudiera ser más próspera y que nosotros pudiéramos terminar el estudio sin deudas. El Señor, que es fiel, contestó nuestra oración.
En los primeros años, buscamos patrocinadores de manera exhaustiva, no podíamos entender por qué nadie quería pautar publicidad en el canal 23. Llegamos al punto de ofrecerla gratis, creyendo que esto motivaría a otras empresas. No fue sino hasta tiempo después que comprendimos lo que significan las ofrendas en un altar. Muy claramente el Señor nos confirmó que fue a la iglesia a quién el Señor encomendó ir por todo el mundo y predicar el evangelio. Entendimos que es a nosotros, Su pueblo, a quienes nos corresponde la misión de ir por todo el mundo y hacer discípulos a todas las naciones. Pudimos entender también todo lo que significan las ofrendas: la ofrenda es un instrumento utilizado por Dios para desatar bendición sobre nuestras vidas. El Señor no necesita nuestro dinero, Él es el dueño del
oro y de la plata, el Creador de todo lo que existe. Tenemos muy claro que la respuesta a una petición no tiene un precio, ¡jamás!
Sin embargo nuestras ofrendas delante de Él son como olor fragante, son un acto de obediencia, un acto de adoración que Él recibe con agrado. Podemos presentar nuestras ofrendas en el altar con una petición. Es bíblico. El Salmo 50:14 dice: “Sacrifica a Dios alabanza y paga tus votos al Altísimo, e invócame en el día de la angustia, te libraré y tú me honrarás.” Hoy después de cien maratónicas damos fe, que los principios de Dios establecidos en Su Palabra son fieles y verdaderos.
Por años el continente latinoamericano fue un campo misionero donde hombres y mujeres de Dios trajeron el evangelio, pero como iglesia cristiana maduramos y llegó el momento de crecer y convertirnos nosotros también en misioneros, que llevamos las Buenas Nuevas del evangelio a todas las naciones. Es por esta razón damos gracias a Dios por cada uno de ustedes, que ha sido parte de este gran mandato que el Señor nos ha dado, seguros que la recompensa llega,por que nada que hagamos en el reino queda sin galardón.
Con amor, Jonás y Juanita.
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