Quienes busquen la dirección de Dios, la recibirán.

Mateo 7.7, 8

Como hemos visto, hay un patrón para buscar la dirección de Dios. El primer paso, la limpieza, es importante a lo largo de todo el proceso. De hecho, todos salvo uno de los pasos restantes no tienen un orden particular, y pueden encajar de muchas maneras.

La excepción es la entrega. El Señor no podrá revelarnos sus planes para nuestra vida, hasta que estemos comprometidos a seguirle cueste lo que cueste. Él sabe si buscamos dirección para obedecer, o simplemente para considerar lo que nos diga. Por tanto, la entrega tiene que preceder incluso a nuestras oraciones por dirección. Primera de Juan 5.14, 15 dice que el Señor escucha y concede nuestras peticiones si pedimos conforme a su voluntad. Es posible hacer peticiones contrarias a Dios, pero los creyentes que se entregan a Él sabrán cómo pedir correctamente, y recibirán la mejor respuesta posible.

La mayoría de las veces, Dios guía a los creyentes a una respuesta por medio de su Palabra; por eso, animo a las personas a meditar en ella (Sal 1.2, 3). La lectura que hagamos puede llevarnos al pasaje exacto que trata de nuestra situación, o nos revela un principio aplicable. A veces, Dios le da un mensaje claro al corazón de una persona, que nadie más recibiría de esos versículos específicos. La clave es creer que el Señor nos guiará y ayudará a ejercitar nuestra fe (Mr 11.24).

El proceso de buscar dirección es, a menudo, lento; por tanto, tenemos que esperar. Nuestro omnisciente y soberano Dios actúa en bien de los que esperan en Él (Is 64.4). Quienes busquen su dirección, la recibirán (Mt 7.7, 8).

Devocional original de Ministerios En Contacto

El patrón en la búsqueda de dirección

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