El Dr. Armando Alducin nos habla hoy del papel del cristiano al margen de la política y el contexto histórico de la política y la Biblia.
No cabe duda de que la situación política de la mayor parte de las naciones del mundo se encuentra en crisis.

El ser humano, en su afán de encontrar y aplicar los mejores sistemas políticos para gobernar, ha recurrido al comunismo, nazismo, fascismo, monarquías, dictaduras, democracias, etc. Sin embargo, hemos podido descubrir que todos estos sistemas de gobierno y de política han sido encontrados defectuosos y con la tendencia de que los que están en el poder, la mayoría de las veces, tratan de enriquecerse, oprimir y violar los derechos de libertad, justicia y propiedad que deben de tener todos los ciudadanos de cualquier gobierno y nación (Mat. 20:25-27).

¿Qué es la política? Según el Diccionario de la Lengua Española, la política es “el arte, doctrina u opinión referente al gobierno de los estados; actividad de los que rigen o aspiran a regir los asuntos públicos; actividad del ciudadano cuando interviene en los asuntos públicos con su opinión, voto o de cualquier otro modo”.

De acuerdo con la Biblia, fue Dios el que instituyó y formó el sistema de gobierno para el ser humano desde los primeros siglos de la humanidad. La autoridad del hombre sobre el hombre fue establecida por Dios después del diluvio universal (Gén. 9:6). Dios le entregó al ser humano la espada de la retribución divina para poder controlar, detener e impedir la maldad del corazón humano, por causa de su pecaminosidad (Rom. 13:1-4;1 Ped. 2:13-14). La fuerza física y la violencia se usarían para poder establecer la autoridad gubernamental en las naciones, y así lo hemos podido observar a través de la historia, que todos los gobiernos del mundo necesitan, por causa de la rebelión humana contra las leyes, el uso de la fuerza (ejército, policía, granaderos, sistemas penitenciarios, etc.).

I. CRISIS INTERNACIONAL A NIVEL GOBIERNOS

No cabe duda de que nuestro mundo actual está en llamas (Mat. 24:6-8). Diferentes tormentas se encuentran azotando al mundo.

1. La crisis del orden.
La Biblia profetiza que a medida que la historia se aproxime a su fin, habrá una rebelión cada día más grande en contra de la autoridad y del orden internacional. La rebelión y el desorden ya están presentes a una escala jamás conocida antes. Los hijos agreden a sus padres, los estudiantes a sus maestros, los deportistas a sus entrenadores, los ciudadanos hacen públicas sus protestas con vandalismo y obstruyendo las vías de comunicación, pisoteando los derechos de terceras personas e impidiendo el trabajo de millones de personas, inclusive asaltando los edificios del gobierno (2 Tim. 3:1 -4).

2. La crisis política.
Existe un vacío enorme de liderazgo político en la mayoría de las naciones del mundo. Ya no existe la honestidad, la integridad y el sacrificio de los líderes actuales hacia sus pueblos. La 0.N.U, después de más de 50 años de funcionar, no ha podido lograr resolver los problemas internacionales ni las guerras que cada día son mayores. Todos los días se producen algún lugar de nuestro planeta golpes de estado, revoluciones, genocidios, traiciones políticas, manifestaciones contra el gobierno, etc. La ambición de tener cada día más dinero, más poder, más control sobre la gente, llevan al ser a una obsesión incontrolable de autodestrucción.

3. La crisis moral.
Esta es la peor de todas, pues pocos dirigentes políticos han podido comprender el daño y las consecuencias tan tremendas que ocasionan a la mente humana, el relajamiento de los valores morales. Actualmente la ola de inmoralidad, degradación, pornografía y prostitución que azota a nuestros países es alarmante (Rom. 1:24-28).

II. LA IGLESIA Y LOS GOBIERNOS

Ante toda esta situación mundial, ¿cuál es el papel de la iglesia cristiana?
¿Qué responsabilidades tenemos ante la sociedad y ante nuestro gobierno?
¿Creemos que para combatir todos estos males debemos involucramos en el “activismo político”?
¿Debemos hacer manifestaciones, desfiles y protestas en contra del gobierno para acabar con todos estos problemas morales y sociales?

I. Errores graves de la iglesia cristiana.
El poder para traer la justicia a nuestros países no ha residido, ni reside, ni residirá en los gobiernos políticos. La arena política, con su retórica no tiene el poder de traer la transformación espiritual que nuestra sociedad necesita. Es increíble la respuesta hostil que muchos creyentes, iglesias y líderes cristianos están manifestando mediante diferentes manifestaciones y protestas públicas contra el gobierno.

Es preocupante la manera de pensar que está prevaleciendo y que trata de hacer del activismo político y social la principal prioridad del cristianismo, y con esto, reducir – la fe en Cristo a otra fuerza o poder político. Veamos algunos de estos graves errores actuales de la iglesia cristiana:

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