La autosuficiencia nos saca de la voluntad del Señor.
Salmo 27.7-14
Siempre es mejor esperar el tiempo de Dios. Si nos adelantamos a Él o nos quedamos rezagados nos costará caro.
La autosuficiencia nos saca de la voluntad del Señor. Lo que se hace bien, pero en el momento equivocado, puede dejarnos vulnerables a las tretas de Satanás, y puede retrasar o incluso destruir las bendiciones que Dios había dispuesto para nosotros. Actuar conforme a nuestra agenda puede también traer confusión, tanto a nosotros como a otras personas, resultando en imprevistos y problemas.
Por negarnos a esperar en Dios, a menudo nos causamos angustias inútiles. Por ejemplo, si usamos la tarjeta de crédito para comprar ropa innecesaria, aparatos electrónicos, y otras cosas para complacernos, podemos llegar a acumular deudas más allá de nuestra capacidad de pago. Entonces nuestra capacidad crediticia se desplomará con poco alivio financiero. Mientras que al manejar el dinero conforme a los principios bíblicos, nuestro estilo de vida será menos lujoso, pero tendremos libertad y paz mental.
Otro ejemplo es dejar un empleo antes de que el Señor nos lo indique, lo cual puede estorbar lo que Él había pensado enseñarnos en ese trabajo. Podemos descubrir después, que de habernos mantenido en el empleo un poco más de tiempo, Él hubiera podido cambiar cualquier circunstancia o nuestra actitud en cuanto a la situación.
Para desarrollar un estilo de vida paciente son necesarias ciertas cualidades de carácter. Necesitamos paciencia para soportar nuestra situación, firmeza para cumplir con las responsabilidades y el valor necesario para confiar en el Señor, mientras esperamos la solución en medio de nuestra incomodidad.
Devocional original de Ministerios En Contacto