No importa cómo experimentemos la angustia, no estamos solos: el Padre celestial entra en nuestro dolor y nos consuela. La Biblia está llena de historias de personas que sufrieron. En el Salmo 22, el escritor clama: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Salmo 22.1). Cuando estamos inmersos en el dolor, también tenemos […]

Leer más