Cada vez que el Espíritu Santo se manifiesta en medio de nosotros lo hace de maneras distintas y hasta podríamos decir creativas, pero definitivamente siempre nos sorprende y es de acuerdo a lo que necesitamos en el momento histórico que estamos viviendo. Recientemente tuvimos aquí en Dallas, en los estudios de Enlace la oportunidad de compartir con los pastores del Valle, aquí en Texas se le llama así, al área fronteriza con México. Nunca había escuchado de un avivamiento de misericordia y compasión, pero así describen ellos lo que está sucediendo allá, con este éxodo de niños que llegan diariamente a la frontera.

La iglesia se ha unido, católicos, evangélicos y otras muchas denominaciones para ser las manos y los pies de Cristo aquí en la tierra. Han decidido dejar de lado sus opiniones políticas respecto al tema y responder como Cristo lo hubiera hecho, esos niños necesitan ser cuidados, amados y respetados. Estamos frente a una crisis humanitaria y como iglesia nuestra obligación es responder.

Este año el Señor puso en nuestros corazones nuevamente la iniciativa de los 50 días de oración por los niños y los jóvenes de nuestro continente, por esos niños por los cuales nadie intercede. Es impresionante que tan solo unos meses después podemos confirmar como el Espíritu Santo se antecede a los tiempos. Le damos gracias a Dios por todo ese ejército de hombres y mujeres que se han levantado para orar por esta generación.

En los siguientes dos programas de Guardianes del Muro tendremos la oportunidad de escuchar de primera mano lo que la iglesia está haciendo. Los niños siempre nos inspiran compasión y misericordia, pero lo que está ocurriendo en este caso es algo precioso. Ellos lo llaman un “Avivamiento de compasión y misericordia” y las historias que traen estos niños son impactantes y nosotros como pueblo de Dios no podemos quedarnos de manos cruzadas ante la necesidad de nuestro próximo.

La situación no es fácil y conlleva muchas otras implicaciones por lo que aquí en Guardianes los instamos a continuar en oración no solo por los niños de nuestro continente sino por las decisiones que deben tomarse al respecto, que sean dirigidas por Dios y que la solución venga directamente del trono de nuestro Padre Celestial.

Con amor,
Juanita Cercone

Un avivamiento de misericordia y compasión – Juanita Cercone

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