Muchos de nosotros cuando estamos atravesando dificultades nos hacemos tantas preguntas y cuestionamientos. Como por ejemplo: ¿Por qué me pasa esto a mi? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Hasta cuando esta situación?. Si tú te has hecho una de estas preguntas hoy quiero decirte que has tenido la actitud incorrecta, por eso no has visto el poder de Dios.
¿Qué tal si cambias todas esas preguntas por la siguiente: ¿Señor cómo debo conducirme mientras estás trabajando en esta situación? Y comienza a declarar que eres un vencedor.
Cuando el pueblo de Israel fue desafiado por Goliat, quien era un guerrero grande y fuerte, todos se atemorizaron, menos un joven llamado David. El tuvo una actitud de valentía, se enfrentó al gigante en el nombre de Dios y lo venció tirándole una piedra en su cabeza. Esa misma piedra Dios tiene preparada para tu gigante, pero tu actitud va a determinar si ganas o no la batalla.