Dios siempre está dispuesto a llenarnos con su presencia, a dialogar en el secreto de nuestra oración. ¡Aviva el fuego del Espíritu Santo en tu corazón!
Dios siempre está dispuesto a llenarnos con su presencia, a dialogar en el secreto de nuestra oración. ¡Aviva el fuego del Espíritu Santo en tu corazón!