La madurez de un cristiano no depende de los años que lleva de ser cristiano.

¿Cómo sabemos que un cristiano todavía no es maduro? ¿Qué características tiene un cristiano inmaduro? Su conducta se conforma a la de este mundo. Romanos 12:2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Muchas de las cosas que nosotros tenemos hoy son hechas en moldes, las señoras saben mucho de lo que es usar los moldes. Alguna vez han hecho un pastel y si lo quiere hacer redondo busca el molde redondo, pero si lo mete en un molde cuadrado, el pastel sale cuadrado. Si usted busca un molde que tenga muchos hoyos le van a salir los famosos cubiletes que llamamos aquí en nuestro país. Montón de pastelitos chiquitos, pues el mundo tiene su molde, si usted se adapta al mundo es porque usted es inmaduro. Pastor, hoy le traigo un buen diezmo. ¿Por qué? Porque hoy sí cayeron buenas mordidas en la empresa. Sobornos, coimas. Si usted es una persona que vive a base de sobornos, coimas, mordidas, es un cristiano inmaduro, porque se amoldó. El comentario o excusa: todos allá lo reciben y yo no puedo decir que no, porque tengo problemas.

Usted es uno de los que dicen que tiene dos, tres mujeres en la oficina ¿por qué? porque ahí quien no tiene tres no es hombre. Entonces para ser hombre tengo que tenerlas. Usted se amoldó al mundo. Pastor, es que yo tomo licor porque allá todos toman licor y si yo quiero estar bien con el jefe tengo que tomar licor y este fin de año nos la pusimos grande, porque empezamos la vuelta Guadalupe-Reyes. Empezamos el 12 de diciembre y el 6 de enero estamos parando. Se amoldó al mundo, cuando usted se amolda al mundo es un cristiano inmaduro. Cuando usted es maduro todos pueden emborracharse, pero usted va a ser el chofer designado, porque usted va a ser el único sobrio. Es muy importante entenderlo, inmaduro es aquel que asiste a la congregación, lee la Biblia pero no la pone en práctica. Y por lo tanto, vive causando problemas en donde quiera que esté. Otra manera de saber que somos inmaduros está en Colosenses 3:12-14 dice Por lo tanto, como escogidos de Dios, santos y amados, revístanse de afecto entrañable y de bondad, humildad, amabilidad y paciencia, de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes. Por encima de todo, vístanse de amor, que es el vínculo perfecto.

Si no tiene amor y no es bondadoso, no es humilde, paciente, perdonador, es un inmaduro y eso se da mucho en los hogares. Los hijos no perdonan a los padres por todas las barbaridades que les hicieron. Los padres no perdonan a los hijos por las barbaridades que les hicieron. El esposo no perdona a la esposa y entonces no existe en la familia tolerancia, no existe amabilidad. No existe paciencia. En lo natural, los hijos se pelean entre ellos, aunque sean hermanitos. Todo el día se la pasan peleando por un carrito, por un muñeco, por un peine, por un pedazo de papel, por todo, porque son inmaduros, pero los adultos ya no deben estarse peleando todo el día por cosas que no son realmente importantes. Si usted todavía tiene falta de amor y le cuesta perdonar y en su corazón tiene rencor contra alguien que le ofendió, usted es todavía un cristiano inmaduro. Proverbios 29:11 dice El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio sabe dominarla. Si usted es una persona que da rienda suelta a su ira, si usted es una persona de mecha corta y todos los días explota con los empleados, con los choferes en las calles, con la gente en su casa, con los compañeros en el trabajo, es una persona inmadura. No tiene por qué dar rienda suelta a su ira, debe tomar las riendas de su vida, debe saber dominarla, si usted alguna vez se subió a un caballo, sabe que hay caballos que son bastante mansos, pero hay otros que necesitan que uno tome la rienda y se la jale, porque si no salen en carrera y uno se arriesga a sufrir algún accidente. Entonces la ira la tenemos nosotros como que es un caballo, pero ¿es un potro salvaje o es un potro domado? Todos tenemos ira, no podemos evitarla, pero no podemos tampoco darle rienda suelta. No puede enojarse a lo loco con todo el mundo, tiene que controlar la ira para que cuando la necesite la suelte lo justo, pero no le dé rienda suelta.

Proverbios 14:17 El iracundo comete locuras, pero el prudente sabe aguantar. Cuando dejamos que el enojo nos domine y hablamos sin control estamos mostrando inmadurez. Proverbio 20:19 dice El chismoso traiciona la confianza; no te juntes con gente que habla de más. Si usted es chismoso y calumniador, si se presta a chismes y calumnias para afectar a otros, estará demostrando una total inmadurez espiritual. ¿Cómo sabemos que usted es inmaduro? Porque es chismoso. Claro, hay gente que le dice a la amiga chismosa: “Mirá a mí no me gusta estar repitiendo chismes, contámelo bien la primera vez”. Los chismes son como bocados suaves, comos aquellos chocolates que regalan de vez en cuando y usted se lo mete a la boca, se le deshace y se lo traga. Hay gente que disfruta los chismes, pero eso es señal de inmadurez. La persona madura no anda en chismes y evita a los chismosos.

Santiago 4:17 dice Así que comete pecado todo el que sabe hacer el bien y no lo hace. Esta es otra señal de inmadurez, usted sabe lo que hay que hacer, pero no lo hace. No basta con saberlo, por eso hay gente que sabe mucho de la Biblia, pero como no la practica comete el gran error. Hay un gran abismo entre saber y hacer. El éxito no está en saber, el éxito está en hacer lo que uno sabe, poner en práctica lo que uno sabe. ¿Cuántos pusieron en sus propósitos de Año Nuevo otra vez bajar de peso en enero? En Año Nuevo bajo de peso y en vez de bajar ya está subiendo. ¿Por qué? porque una cosa es saber hacer lo bueno y otra cosa es hacerlo. Del dicho al hecho, hay mucho trecho. Por eso en Lucas 6:27-28 Jesús enseñó, Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan. Eso fue lo que dijo Jesús, ¿qué es lo que nosotros hacemos? Todos sabemos que Jesús dijo amen a sus enemigos, bendigan a los que los maldicen, oren por los que los maltratan. Pero usted sale de la Fráter, se mete a su carro, se va por el bulevar San Cristóbal y de repente por ahí pasa un chofer de esos medios locos y por culpa de él está a punto de chocarse con usted. Y lo que hace es recordarle a su mamá, y ¿qué hace usted cuando recibe ese terrible calificativo? “Dios lo bendiga, que lo prospere en todo lo que haga en este año. Si es médico, que la clínica se llene de pacientes, si es abogado que le lleguen todos los juicios”. Nosotros no nos dejamos, si nos dicen feo, más feo serás vos. No nos dejamos, sabemos lo bueno que hay que hacer, pero fallamos en no ponerlo en práctica. Por ejemplo, Jesús enseñó eso a sus discípulos, pero al momento del arresto en el Getsemaní los discípulos de Jesús que habían escuchado estas enseñanzas hicieron un acto totalmente contrario. Juan 18:10 Simón Pedro, que tenía una espada, la desenfundó e hirió al siervo del sumo sacerdote, cortándole la oreja derecha. ¿Y qué fue lo que hizo Jesucristo? Pedro fallaste, era al cuello Pedro. No fue eso lo que Jesús dijo sino que agarrando la oreja se la puso a Malco y quedó bien. Imagínese al pobre le hubieran dicho Malco el muco, sin oreja, pero el Señor se la puso y exhortó a sus discípulos a ser buscadores de la paz.

La madurez de un cristiano no depende de los años que lleva de ser cristiano. Una persona puede estar en la iglesia cuarenta años, desde niño, y no ser maduro. Igualmente, conocemos en lo natural a jovencitos que decimos qué joven tan maduro, muy estable, muy moderado, muy respetuoso, muy controlado. Y en cambio, conocemos a algunos viejos cascarrabias, bravos, chiflados, locos ¿por qué? Porque la edad no necesariamente va de la mano con la madurez. Por eso Pablo le dice a Timoteo: Ninguno tenga en poco tu juventud, pero sé ejemplo de los fieles en Palabra. Cuando usted da su palabra tiene que cumplirla, cuando usted habla tiene que hablar correctamente. Pero hay quienes tienen muchos años de estar en la iglesia y siguen tan inmaduros como muchos que no están en la iglesia. Es como aquellos que van a la universidad, que no necesariamente los hace buenos estudiantes. Se enamora una jovencita de un muchacho y le dice. Vos ¿dónde estudiás? Estoy en la universidad, así y ¿qué estás haciendo? Estoy haciendo mi EPS, ¿ya te vas a graduar? No estoy en el eterno primer semestre, quince años de estar ahí. Hay gente que está en la universidad muchos años, pero nunca se gradúa. En cambio otros, yo he ido a graduaciones de ingenieros, médicos, de licenciados a los 22, 23 años. Yo les pregunto ¿Empezaron a estudiar a los 2? Son gente dedicada que sí se propuso estudiar, se graduó ya está ejerciendo la profesión debidamente.

Y por eso a veces hay hermanos inmaduros, celosos de otros cristianos que vienen y a los pocos meses y años están sirviendo como que fueran muy antiguos dentro de la iglesia, lo que pasa es que el proceso de maduración se ha dado más en unos que en otros. Otros han estado cuarenta años y no han madurado, y otros llevan dos o tres años y ya son gente madura. ¿Por qué? Porque es gente que sigue el consejo de 1 Juan 2:6 El que afirma que permanece en él, debe vivir como él vivió. Y cuando usted empieza una vida en Cristo, debe vivir como Cristo vivió. No puede ser cristiano y seguir robando como todos los demás roban. Usted no puede ser mecánico y seguir estafando a los clientes como todos los demás lo hacen. Usted no puede seguir siendo un político y ofreciendo cosas y no cumplirlas. Si usted es un cristiano debe ser santo, y santo significa diferente.

Juan 8:31-32 dice Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: –Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Creer en Jesús, pero mantenernos fieles a sus enseñanzas así seremos realmente sus discípulos, si no nos mantenemos fieles a sus enseñanzas no seremos realmente sus discípulos. Una cosa es decir qué somos y otra cosa es demostrar qué somos. En Josué 1:8 hay una gran verdad, porque la madurez de un cristiano se da cuando éste lee, medita y practica la Palabra de Dios todos los días de su vida. Entonces es así como cuando maduramos un aguacate envolviéndolo en papel periódico, un cristiano madura cuando se envuelve en la Palabra de Dios. Usted se envuelve en la Palabra de Dios y ese envoltorio maravilloso lo hace madurar. De pronto usted empieza a leer la Palabra de Dios, empieza a practicar la Palabra de Dios, empieza a meditar la Palabra de Dios y entonces empieza a darse en usted la madurez, porque una cosa es, dijimos, el dicho y otra cosa el hecho. Usted se aprende los dichos, pero luego los practica en sus hechos y cuando practica lo que dice la Biblia con los que hace cada día, entonces se convierte en un cristiano maduro. Josué 1:8, recuerde que Josué sucedió a Moisés y fue el que tuvo que entrar con Israel para conquistar la tierra prometida y el consejo que recibió fue este: Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.

Es muy importante recitar la Palabra de Dios, pero nunca podrá recitarla, si no la lee, no la medita y no la practica. Cuando lo haga, entonces va tener los elementos que lo hacen madurar. Tenemos que ser maduros cuando obedecemos Su perfecta voluntad. Muchas personas tienen años de ser cristianas, pero demuestran menos madurez que otros que tienen menos añosde ser cristianos. Y eso es debido a que unos practican en su vida diaria la Palabra de Dios y otros no. La madurez no viene con la edad, viene con la aceptación de la responsabilidad. La madurez viene cuando somos responsables de leer, meditar y practicar la Biblia todos los días. Un ejemplo lo dio Jesús en el Sermón del Monte terminó su prédica con esta gran aplicación: Mateo 7:24-27 Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina. Jesús fue claro al decir que al oír y al poner en práctica sus palabras demostrábamos prudencia, y que era como construir una casa sobre la roca. Dio la clave para tener estabilidad. ¿Quiere ser una persona estable toda su vida? Tiene que ser una persona madura, prudente.

La Real Academia Española define la madurez de la siguiente manera: Madurez: Buen juicio o prudencia, sensatez. Una persona madura es una persona con buen juicio, prudente, sensata. Algunos sinónimos son experiencia, conocimiento, sabiduría, estabilidad. Cuando ponemos en práctica la Palabra de Dios somos prudentes, maduros. ¿Cuál es la clave entonces? Conocer y obedecer. ¿Cuántos tienen seis o más Biblias en su casa? La pregunta es ¿cuál de ellas lee? Aquí no tenemos la excusa que no tenemos Biblia, todos tenemos Biblias de todos los tamaños, colores, versiones, pero nos pasa como aquella viejita que la fue a visitar el pastor y le dice -Hermana, dejé mi Biblia en el carro, présteme su Biblia para leerle un pasaje-. Y empiezan a buscar por todos lados. Al fin la encontraron en un cofre, la sacan “y miren, aquí están los anteojos que perdí hace ocho años.” No basta con tener la Biblia, hay que leerla para ser sabios, hay que creerla para ser salvos y hay que practicarla para ser santos, esto es tan importante.

Y por eso nosotros necesitamos entender una realidad muy grande. Estando en Miami en Expolit, en mayo del año pasado, la Sociedad Bíblica Internacional, que ahora solo se llama Bíblica, presentó un informe muy interesante y dice que ha hay 700 personas en el mundo que abandonan la lectura de la Biblia diariamente y si abandonan la lectura es porque la estaban leyendo, eran creyentes. También publicó tres razones por las que la gente deja de leer la Biblia. La primera, la gente la lee pero no la entiende, sobre todos aquellos que tienen una Biblia de 1901 con un lenguaje arcaico que cuesta entender rápido y la gente se cansa. Yo recuerdo que cuando empecé a leer la Biblia y a predicarla tenía que andar averiguando el significado de muchas palabras en la Biblia y tenía que explicarle a la gente. Cada vez que leía una cita bíblica lo primero que decía era: esto quiere decir tal cosa, por ejemplo, dice en la Biblia, que debemos de darle de comer a nuestros enemigos, y bendecir a nuestros enemigos, que haciendo esto ascuas de fuego amontonamos sobre su cabeza. ¿Y qué quiere decir esto? se quedaba uno. ¿Ascuas de fuego? ¿Qué es ascua, que es fuego sobre la cabeza? ¿Le voy a poner brazas sobre la cabeza a la persona, para hacerle un favor? Había que explicar. La Nueva Versión Internacional y muchas otras versiones nuevas ya dan una explicación muy actual, muy clara. Dice que cuando le hacemos bien a un enemigo su rostro se pone rojo de la vergüenza. ¡Ah, eso quería decir! Pues ahora ya no tengo que estar diciendo mire eso quiere decir, porque ya lo dice, las Biblias que se han producido como nuevas versiones, en este caso la Nueva Versión Internacional ayuda mucho a entenderlo.

Y la segunda razón por la que la gente deja de leer la Biblia es porque la leen sin conocer su contexto. Recuerde que todo texto fuera de su contexto es un mero pretexto. La Biblia fue escrita en un contexto para poderla aplicarla al día de hoy y debemos de entender bien ese contexto, por eso es importante leer no solo el pedazo sino leer de principio a fin cada libro. Y la tercera razón por la que dejan de leerla, es porque la gente lee sola y cuando alguno se asocia con otro a leer juntos y se van preguntando ¿qué leíste? ¿Qué te pareció? Se van comentando, uno anima al otro hasta que termina la lectura y le saca provecho.

Por eso queremos ayudarlo a madurar espiritualmente. Dígale a su vecino que lo quiere ayudar a madurar espiritualmente. Ya no queremos que sea un niño espiritual, pero no lo regañe, solo dígale: Queremos ayudarle a madurar espiritualmente. ¿Cómo vamos a lograrlo? Ayudándole a que conozca de la Biblia y a la vez que practique la Biblia.

Pastor Jorge H. López
www.frater.org

La madurez no está en la edad

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