Dios no creó el mal, pero ha permitido que exista y lo usa para lograr sus buenos propósitos.
Génesis 2.7-3.24
En toda la Biblia, vemos pruebas de la autoridad de Dios sobre la humanidad y la naturaleza. Sin embargo, muchas personas tienen problemas para conciliar el control soberano de Dios, con la existencia del mal. Echemos un vistazo a lo que nos dice la Biblia.
En el principio, Dios creó un mundo perfecto, después de lo cual declaró que todo lo que había hecho era bueno (Gn 1.31). La maldad no era parte de lo que Él había creado. Pero en los cielos, un ángel al que conocemos como Satanás buscó elevarse por encima de Dios y fue arrojado a la tierra (Is 14.12-14).
Dios creó a Adán y a Eva a su imagen. Fueron hechos con la capacidad de amar a su Creador y con la habilidad de escoger obedecerle o desobedecerle. Dios no tenía ningún deseo de que Adán y Eva pecaran (Stg 1.13), pero Él permitió que la voluntad de ellos fuera probada. Conocemos el resto de la historia. Cuando desobedecieron a Dios, el pecado entró en nuestro mundo y corrompió a la humanidad. Como descendientes de Adán y Eva, heredamos una naturaleza pecaminosa (Ro 5.12).
El permiso del Señor permitió que los acontecimientos se desarrollaran tal como sucedieron. Dios no creó el mal, pero ha permitido que exista y lo usa para lograr sus buenos propósitos (Is 45.6, 7).
Cuando usted tenga preguntas o dudas acerca de la soberanía del Señor, comience con lo que entiende, estudie lo que Dios ha dicho de sí mismo, y pida al Espíritu Santo que le ayude a creer. Algunas respuestas a sus preguntas vendrán rápidamente, mientras que otras requerirán estudio diligente y madurez espiritual. En cuanto a las respuestas a otras preguntas que Dios ha decidido ocultar, debemos andar por fe (Dt 29.29).
Devocional original de Ministerios En Contacto