La obediencia es la clave para una vida cristiana victoriosa.
Jueces 7.9-25
Dios dirigió providencialmente cada elemento de su plan para el éxito de Israel. Pero si Gedeón hubiera desobedecido alguna orden divina, su ejército habría sufrido una derrota inmediata. Aunque los caminos del Señor pueden parecer arriesgados o ilógicos, siempre podemos confiar en su sabiduría incuestionable y en su gran poder.
Dios alienta a los de poco ánimo. Cuando el Señor le ordenó a Gedeón atacar al enemigo, también le dio una manera de atenuar los temores del líder. Al seguir la orden de Dios, Gedeón fue llevado al lugar exacto donde escucharía un mensaje alentador que lo haría inclinarse en adoración y levantarse con gran fe.
Dios hace a un lado las cosas en que confiamos. Gedeón marchaba a la guerra con solo 300 hombres armados con trompetas, cántaros y antorchas. Su fuerza parecía lamentable, y sus armas parecían inútiles para la batalla. Sin los medios de victoria tradicionales solo podían confiar en el Señor.
Dios actúa en el campo del enemigo a favor nuestro. Cuando Dios tiene el control, todo está sincronizado a la perfección, incluso lo que no podemos ver. Mientras que Gedeón obedecía cada orden divina, el Señor actuaba para asegurar la victoria de Israel. En la confusión del enemigo y de su temor a la oscuridad, el pánico los llevó a la autodestrucción.
La obediencia es la clave para una vida cristiana victoriosa. Si usted obedece al Señor, Él le dará instrucciones para cada paso a seguir. Su método puede no ser el más fácil o el más cómodo, pero siempre es el mejor. Confíe en Dios, y Él le conducirá a la victoria.
Devocional original de Ministerios En Contacto