La verdadera seguridad financiera se tiene solo cuando usamos el dinero de Dios a su manera y para sus propósitos.
Mateo 25.14-28
Sentirse seguro es una necesidad humana fundamental. Muchos piensan que su situación económica está asegurada hasta que cambian sus circunstancias, y la realidad los golpea. A diferencia de lo que dice el mundo, la seguridad económica no se encuentra en una cuenta bancaria o en un fondo de jubilación, sino en una relación con Aquel que es dueño de todo en el cielo y en la Tierra. El Señor no está demasiado ocupado gobernando el universo para no interesarse por nuestros problemas económicos. La verdad es que a Él le importa cada detalle de nuestra vida, incluyendo nuestra necesidad de tener estabilidad económica. Si confiamos en su dirección en cuanto a cómo ganar y usar el dinero, tendremos paz, satisfacción y gozo.
Cuando se trata de las finanzas, tres verdades fundamentales deben regir nuestro pensamiento:
1. Dios es el dueño de todo.
2. Somos administradores de las posesiones de Dios.
3. Un día rendiremos cuentas a Dios de la manera que utilizamos sus recursos.
La verdadera seguridad financiera se tiene solo cuando usamos el dinero de Dios a su manera y para sus propósitos. Solo Él conoce el futuro, y tiene el poder para suplir para nuestras necesidades. ¿Quisiera experimentar la estabilidad de la paz interior, aun durante una catástrofe económica? Confiar en la provisión del Señor y obedecer sus mandamientos le darán confianza cuando otros sean víctimas del miedo y la incertidumbre. Descanse sabiendo que Dios suple las necesidades de sus hijos.
Devocional original de Ministerios En Contacto