Tú no puedes darte el lujo un día de quedarte en tu casa cuando tienes que caminar todos los días de tu vida con Dios, para que puedas seguir hacia adelante, creciendo.
Tú no puedes darte el lujo un día de quedarte en tu casa cuando tienes que caminar todos los días de tu vida con Dios, para que puedas seguir hacia adelante, creciendo.