La muerte de Jesucristo garantizó nuestra libertad del pecado y nuestro lugar con Dios. Juan 1.29-34 Cuando Juan el Bautista vio que el Señor se acercaba, declaró que Cristo era el Cordero de Dios. Este concepto era familiar para los israelitas, ya que su ley requería la ofrenda de sangre como expiación por el pecado […]

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La música celestial debe ser cantada por los redimidos en la Tierra para que todo el mundo les escuche. Apocalipsis 5.1-12 En el cielo hay adoración y alabanza incesantes a Dios. Apocalipsis 4 y 5 describen la visión de Juan, en la que cuatro seres vivientes proclamaban la santidad de Dios día y noche. El […]

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