El consuelo y el cuidado de Dios son suficientes para superar cualquier dolor. 2 Corintios 1.3, 4 El cuidado de Dios por nosotros se extiende aun a los detalles más pequeños de nuestra vida. Él sabe cuando sus hijos sufren, y anhela consolarles (Is 49.13). La compasión del Señor es personal, continua y está siempre […]

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