d_12



Versículo:
David era el menor de los hijos. Sus tres hermanos mayores se quedaron con el ejército de Saúl, pero David iba y venía para ayudar a su padre con las ovejas en Belén. (1 Samuel 17:14-15 NTV)

Un pionero de la psicología llamado Alfred Adler propuso una teoría aparentemente contraria al sentido común: la teoría de la compensación. Adler consideraba que las cosas que se perciben como desventajas terminan siendo ventajas disfrazadas, porque nos fuerzan a desarrollar actitudes y capacidades que de lo contrario habrían quedado sin descubrir. Y solo cuando compensamos por esas desventajas es cuando se revelan nuestros mayores dones.

Si revisas un poco en internet te darás cuenta que algunos de los más grandes compositores de la historia, entre ellos Mozart y Beethoven, tenían indicios degenerativos en sus oídos. Otros famosos y exitosos cantantes, empresarios, profesionales, actores, conferencistas y escritores también encontraron una ventaja de sus desventajas.

Toda esa serie de desventajas que diariamente percibimos, como los defectos de nacimiento, las dolencias físicas o la pobreza, pueden convertirse en trampolines hacia el éxito. Y ese éxito no se logra a pesar de esas desventajas que hemos percibido. Se logra a causa de ellas.

Un buen ejemplo de esto lo encontramos en la Biblia cuando dice que David era el menor de los hijos. Sus hermanos se unieron al ejército del rey Saúl y David, por el contrario, se encargaba de cuidar las ovejas de su padre en Belén.

En comparación a sus hermanos, David tenía muchas desventajas. Nadie le confiaría una batalla frente al gran gigante enemigo a un pastor de ovejas. Todo el pueblo dependía de aquel duelo, sin embargo, el destino de aquel jovencito que llegaría a convertirse en el rey de Israel, se encontraba escondido en su historia con las ovejas.

Aparentemente, cuidar ovejas era una desventaja. David no era un prominente ni experimentado soldado. Sin embargo, tuvo que proteger muchas veces su rebaño de los feroces y salvajes animales que querían devorar a aquellos indefensos corderos. Pero cuando aquel joven se paró frente a Goliat, su desventaja se convirtió en su mayor ventaja. No se vio intimidado, fijó su mirada y en el nombre de Jehová de los ejércitos venció al temible paladín filisteo.

Y tú, ¿cuándo fue la ultima vez que alabaste a Dios por lo que tú percibías como una desventaja, o le diste gracias por los desafíos que has tenido en tu vida? Sin ellos, nunca descubrimos ni desarrollamos las habilidades compensatorias que Dios quiere usar como trampolín para llevarnos a nuevas alturas en nuestra espiritualidad, nuestras relaciones y nuestras ocupaciones. Recuerda: ¡nuestras fortalezas están escondidas dentro de nuestras debilidades!

Devocional basado en el libro “Destino Divino” de Mark Batterson
Descarga una muestra gratis del libro aquí:Editorial Vida

Tus mayores ventajas – Mark Batterson

| Blog |
About The Author
-