Dios sabe lo que es mejor para usted y le ha dado la conciencia para guiarle a tomar decisiones sabias.
Hechos 24.10-16
Cuando enfrenta decisiones difíciles, ¿le presta atención a su conciencia? ¿Cree usted que sea sabio confiar en esa voz interior? Dios nos ha dado un sentido interno de lo bueno y lo malo. En realidad, reflejar la verdad del Señor en nuestro ser es una de las maneras que Él tiene para manifestarse a la humanidad. La conciencia es una alarma divina que nos advierte del peligro que se aproxima o de sus consecuencias. Su función principal es darnos protección y guía.
El problema, sin embargo, es que el pecado distorsiona la verdad y nos lleva por el mal camino. Por tanto, es importante entender la diferencia que hay entre obedecer lo que nos dice nuestro corazón, y permitir que una conciencia limpia nos ayude a tomar decisiones. Antes de tomar una determinación, pregúntese: ¿Cómo influirá en mi moralidad? Si la opinión del mundo acerca de lo que es aceptable se ha infiltrado en su corazón, entonces su conciencia no es confiable. Pero si ha dejado que la Palabra de Dios impregne y transforme su manera de pensar (Ro 12.2), lo más seguro es que esa voz interior sea confiable.
El Espíritu Santo, junto con una conciencia instruida en santidad, guía a los creyentes. Para mantener saludable ese sistema interno de dirección, debemos meditar siempre en las Sagradas Escrituras. Los Diez Mandamientos son una base sólida para la moral, y somos sabios si los interiorizamos, en especial los dos que Cristo destacó: amar a Dios sobre todas las cosas y amar a los demás (Mt 22.36-40). ¿Qué diría usted que influye más en sus convicciones? ¿La verdad de la Biblia o la opinión del mundo en cuanto a lo bueno y lo malo? Dios sabe lo que es mejor para usted y le ha dado la conciencia para guiarle a tomar decisiones sabias.
Devocional original de Ministerios En Contacto