Las personas pueden vivir creyendo que una enfermedad viene de Dios, pero no es la verdad, lamentablemente ese es un error, creer que una enfermedad viene de Dios. Ese creer esclaviza a las personas a vivir con una enfermedad toda su vida y morir con esa enfermedad.
Nosotros creemos que la enfermedad no viene de Dios, la enfermedad es parte de lo que la Biblia enseña como una maldición de la ley y que la Palabra de Dios enseña que fue rota por Cristo en la cruz del Calvario.
Por eso debemos de creer que Jesús pagó el precio de nuestras enfermedades, de nuestro dolor, de nuestra pobreza y de la muerte eterna.
Hay gente que dice: – “Yo he orado y no me he sanado”, sigue luchando, síguele creyendo al Señor, la enfermedad no viene de Dios y el milagro en algún momento se puede dar.
Salmos 103:3
Él es quien perdona todas mis maldades,
quien sana todas mis enfermedades.