Para hacer la voluntad de Dios es necesario tener un corazón que confíe en Él.

Éxodo 4.1-13

Un obstáculo a la fe es la actitud que pone trabas a nuestra confianza en Dios e impide que obedezcamos su voluntad. El vernos de manera negativa puede causarnos problemas, al igual que la ignorancia en cuanto a la naturaleza y las promesas de Dios. Hay otras tres actitudes que pueden hacernos tropezar: la duda, los sentimientos de incompetencia y el temor al fracaso.

Moisés dudó de que los israelitas creyeran que había sido escogido por el Señor para liderarlos. Pero Dios le había dado esa seguridad dándole demostraciones por medio de su poder (Ex 4.1-5). Cuando la duda invada nuestra mente, derrotémosla por medio del estudio de la Biblia y la oración, que echarán fuera el temor y lo sustituirán con la verdad.

Moisés no era elocuente; su evidente falta de esta capacidad lo hacía sentirse incompetente para la misión; temía que al hablar cometiera desaciertos. Pero Dios pacientemente le aseguró que le ayudaría a lograr su misión. El Señor escoge con frecuencia a las personas menos capacitadas para realizar sus planes, porque Él mira el corazón, no las aptitudes humanas
(1 S 16.7). Dios puede vencer todas nuestras deficiencias. Con todo, Moisés no aceptó lo que Dios le prometió inicialmente, sino que pidió ser eximido de la tarea (Ex 4.13). Aunque, luego sí la realizó. El temor al fracaso puede impedir que le digamos “sí” al Señor.

Para hacer la voluntad de Dios es necesario tener un corazón que confíe en Él, un alma que responda con obediencia y una mente que deje al Señor el éxito o el fracaso. Si derribamos los obstáculos a la fe, seremos capaces de ver la presencia y el poder de Dios, y experimentar el gozo de la obediencia.

Devocional original de Ministerios En Contacto

Cómo derribar los obstáculos a la fe

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