Debemos recordar que Dios es soberano, y por tanto somos nuevas criaturas en Cristo, y su Espíritu nos capacita para actuar con obediencia.

Éxodo 3.10-17

Dios llamó a Moisés a hacer una gran obra que bendeciría a los israelitas. La reacción de Moisés ante esta maravillosa invitación fue presentar excusas de por qué no podía obedecer. Esta actitud, que yo llamo “obstáculos a la fe”, puede inutilizarnos espiritualmente. En la vida de Moisés vemos áreas de debilidad que pueden crear esos obstáculos:

Baja autoestima. Cuando Dios le ordenó que fuera donde Faraón y sacara al pueblo de Egipto, la respuesta inmediata de Moisés fue: “¿Quién soy yo?” (Ex 3.11). Quizás estaba pensando en su ocupación como un insignificante pastor de ovejas que vivía en Madián. Quizás se estaba refiriendo a su linaje (Ex 2.1-4). O pudo haber estado recordando su pasado, cuando le quitó la vida a un egipcio y tuvo que huir de Egipto (Ex 3.12). El Señor respondió su objeción con una promesa maravillosa: “Yo estaré contigo” (Ex 3.12).

Ignorancia del poder de Dios. Para llevar a cabo el plan de Dios, necesitamos creerle plenamente a Aquel que nos ha llamado. Cuando Moisés cuestionó de nuevo su misión, el Señor le respondió identificándose como el gran YO SOY y Aquel que había prometido libertar a los israelitas (Ex 3.14-17). Al confiar en las promesas del Dios todopoderoso, Moisés podría llevar a cabo esta tarea que parecía imposible.

Los obstáculos a la fe impiden que el poder divino sea derramado en nosotros, frenan nuestro desarrollo espiritual y nos impiden llevar a cabo la voluntad de Dios. Debemos recordar que Dios es soberano, y por tanto somos nuevas criaturas en Cristo, y su Espíritu nos capacita para actuar con obediencia.

Devocional original de Ministerios En Contacto

Cómo vencer los obstáculos a la fe

About The Author
-