Cuando ponemos a los demás primero; cuando perdonamos en vez de enojarnos; o cuando demostramos agradecimiento en medio de circunstancias difíciles, expresamos amor por el Señor.
Juan 14.16-31
La noche antes de ser crucificado, el Señor les recordó a los discípulos algunos asuntos importantes. En Juan 14.21, señaló la conexión entre el amor y la obediencia, al decir: “El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama”. En otras palabras, amar al Señor y obedecerlo son inseparables.
¿Qué mandamientos debemos obedecer? Cristo dijo que los mandamientos más importantes son: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”; y “Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 22.37-39). El Espíritu Santo nos mostrará cómo practicarlos. Cuando ponemos a los demás primero; cuando perdonamos en vez de enojarnos; o cuando demostramos agradecimiento en medio de circunstancias difíciles, expresamos amor por el Señor.
La vida de Cristo en la Tierra fue una expresión continua de amor al Padre celestial (Jn 14.31). Seguir su ejemplo requiere un corazón que desee agradar al Altísimo, una voluntad que se incline hacia la obediencia, y una mente que busque siempre la dirección de Dios. Cultive el hábito de hacerse dos preguntas: ¿De qué manera puedo obedecer en esta situación? y ¿Qué puedo hacer para obedecer más a Dios?
Devocional original de Ministerios En Contacto