Primera de Reyes 19:4 | Nueva Traducción Viviente
«Basta ya, SEÑOR; quítame la vida».

A veces, después de «dar todo lo que tienes», terminas completamente desgastado. Miremos a Elías. Dios lo usó en el monte Carmelo para responderles con fuego del cielo a los profetas de Baal. Sin embargo, se desmoronó ante las amenazas de Jezabel. Estaba huyendo por su vida, y «se sentó bajo un solitario árbol de retama y pidió morirse: “Basta ya, Señor; quítame la vida”». Se sintió abrumado justo en el momento en que su enfoque cambió de Dios a su enemigo. Así que Dios le habló otra vez. Esta vez no fue una demostración espectacular. En cambio, el versículo 12 nos dice que le habló en «un suave susurro» y lo apartó para descansar y pasar tiempo con Dios. La próxima vez que la nación vio a Elías ya estaba otra vez en la cima espiritual. Entonces, responde esto: ¿Ha cambiado tu enfoque de Dios a «todas las cosas que tienes que hacer»? Si es así, necesitas un receso; un tiempo a solas con Dios. Cuando Él te diga que descanses, ¡hazlo! Vic Pentz dice: «Nada fracasa de una manera más absoluta que el éxito sin Dios». El doble peligro después de cualquier éxito es: (1) pasar demasiado tiempo escuchando los elogios de los demás; (2) presumir que ya tienes todo lo que hace falta para alcanzar el éxito por cuenta propia. Como resultado, te desconectas de Dios, quien es la fuente de tu fuerza. David dijo en Salmos 27.1: «Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?». La audacia es estupidez, a menos que esté fundamentada en la fe en Dios. Y un pensamiento más: Dios envió a Eliseo a ayudar a Elías, y puede enviar a la persona adecuada para ayudarte también. Él sabe qué hacer para que puedas moverte otra vez.

Cuando Él te diga que descanses, ¡hazlo!

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