El Señor usa el dinero para enseñarnos a ser generosos y altruistas.
1 Timoteo 6.17-19
El dinero juega un papel muy importante en nuestra existencia. En realidad, es imposible vivir sin él. ¿Cómo podríamos comprar comida, tener techo y adquirir ropa? Pero es más que un medio para adquirir artículos de primera necesidad. La búsqueda de dinero ha dominado la historia de la humanidad. Por el dinero se han librado guerras, se han arruinado vidas y han muerto personas. Para tener una perspectiva correcta sobre el dinero, los cristianos deben entender la perspectiva del Señor en cuanto al mismo.
Dios es la fuente. Todo se origina del Creador y, por tanto, todo le pertenece a Él (Sal 24.1). Esto significa que no somos más que administradores del dinero que Él nos ha confiado. Aunque trabajamos para tenerlo, Dios es quien nos ha dado las oportunidades y las capacidades para ganarlo.
El Señor usa el dinero para sus propósitos. No podemos separar nuestras finanzas de nuestro cristianismo. Dios no da dinero solo para nuestras necesidades físicas; lo utiliza también para transformarnos espiritualmente. En tiempos de necesidad, nos enseña a confiar en Él, y demuestra que Él es fiel al proveerlo. El dinero es también una herramienta que Dios usa para enseñarnos disciplina. En vez de abandonarnos a nuestros deseos, aprendemos a buscar su voluntad y a estar satisfechos con lo que tenemos. Además, el Señor usa el dinero para enseñarnos a ser generosos y altruistas.
Saque un billete de su billetera y mírelo; ese pedazo de papel es un poderoso instrumento en manos del Señor cuando usted le da autoridad sobre ese dinero y coopera con el plan del Señor. Cuando usted abra su cartera y vea un billete, recuerde que lo que haga con él revelará su integridad.
Devocional original de Ministerios En Contacto