Algo que podemos saber con certeza es el rol que tenemos en el plan divino: la Biblia es clara en cuanto a que debemos dar testimonio de Cristo a tantos como sea posible.
Romanos 1.16-23
Nadie nace siendo ateo o agnóstico, “porque lo que se conoce acerca de Dios es evidente dentro de ellos” (Ro 1.19 LBLA). El Padre ha dado a cada persona testimonio congénito de su existencia, pero esta no es la única evidencia dada a la humanidad. La creación misma da testimonio de los atributos invisibles de Dios, de su poder eterno y de su naturaleza divina (Ro 1.20). Sin embargo, es posible ignorar o rechazar tanto los testimonios internos como externos de Dios. Cuando eso sucede, la mente se oscurece poco a poco hasta que ya no ve la luz de la verdad.
Al escuchar esto, muchos creyentes se preocupan por las multitudes que nunca han escuchado el evangelio. Se preguntan: ¿Cómo pueden salvarse las personas si la única evidencia que experimentan del único Dios verdadero es el mundo natural y un sentido innato de su realidad, que su cultura puede tratar de negar o manipular? Sin embargo, nuestro texto de hoy dice que no hay excusa para quien rechace ambos testimonios (Ro 1.20).
Una cosa que debemos recordar es que Dios es justo, y no podemos pretender ser más compasivos y misericordiosos que Él. Podemos confiar en que el Señor juzgará a cada persona con justicia (Dt 32.3, 4). Todas las personas serán evaluadas de acuerdo con la verdad que recibieron, las oportunidades que tuvieron, y lo que hicieron con ambas: ¿Creyeron o rechazaron lo que Dios reveló? Algo que podemos saber con certeza es el rol que tenemos en el plan divino: la Biblia es clara en cuanto a que debemos dar testimonio de Cristo a tantos como sea posible. Usted tiene la oportunidad de compartir el evangelio con personas en su esfera de influencia. Ese es el plan de Dios para los no alcanzados.
Devocional original de Ministerios En Contacto