Él ha llenado su Palabra con anclas bíblicas para mantener a sus hijos firmes en la fe.
Isaías 41.9-13
Recomiendo que los creyentes subrayen Isaías 41 en su Biblia y mediten en este capítulo con frecuencia. Cuando uno de los miembros del pueblo de Dios busca un ancla en tiempos turbulentos, este es el pasaje correcto para el problema. Aquí, Isaías escribe acerca de la fuente de la fortaleza de los cristianos. En el versículo 10, el Señor promete fortaleza, ayuda y protección. Además, da dos órdenes: “No temas” y “No desmayes”. Entre las trampas sutiles y exitosas de Satanás está el arte de la desorientación. El maligno sabe que el miedo puede ahogar la fe. Trabaja duro para hacer de las circunstancias perturbadoras el único objetivo de una persona. Una vez que un creyente aparta su atención de Dios, las tendencias humanas naturales toman el control. Sin oración y adoración, la ansiedad y la duda crecen sin impedimentos.
Permanecer enfocado en el Señor puede ser difícil. La carne prefiere buscar seguridad pensando en todos los enfoques posibles. Nuestra tendencia es sopesar lo que creemos que podría suceder, contra lo que los “expertos” dicen que sucederá, y luego evaluar las formas posibles de evitar que nuestros peores temores se hagan realidad. En vez de volvernos más confiados, empezamos a darnos cuenta de lo impotentes que somos. Sin embargo, servimos a un Dios Todopoderoso que dice “siempre te ayudaré” (v. 10). Al enfocarnos en nuestras circunstancias, en realidad estamos eligiendo sentir ansiedad y dudas. Pero tales emociones no concuerdan con la vida cotidiana de un creyente. Por el contrario, decidamos confiar en las promesas que Dios nos ha dado. Él ha llenado su Palabra con anclas bíblicas para mantener a sus hijos firmes en la fe.
Devocional original de Ministerios En Contacto