Dios nos da promesas asombrosas en medio de los valles oscuros.
Salmo 23
El pasaje de hoy es quizás el salmo más conocido. Está lleno de descripciones reconfortantes de verdes pastos, aguas tranquilas, un banquete y una copa desbordante, todo lo cual apunta a la restauración y a la abundante bondad y misericordia de Dios. Pero justo en la mitad del salmo está “el valle de sombra de muerte” (Sal 23.4). Podemos sentirnos tentados a pensar que este versículo no encaja en el contexto, pero en realidad transmite una verdad fundamental acerca de la vida del creyente: aunque nuestro Pastor nos guía y cuida, experimentaremos períodos de adversidades, sufrimiento y desánimo. Es parte de vivir en un mundo caído.
No obstante, Dios nos da promesas asombrosas en medio de los valles oscuros. Nunca caminamos solos a través de ellos, porque el Señor promete estar con nosotros. Incluso cuando no podemos sentir su presencia, Él está a nuestro lado. Y su Palabra es nuestro principal medio de consuelo; en ningún otro lugar es posible encontrar el alivio que buscamos. Todos nuestros mecanismos de fortaleza nos dejarán vacíos, pero las verdades de las Sagradas Escrituras nos aseguran el amor y el poder de Dios, que nos permiten resistir e incluso crecer a través de las experiencias difíciles.
Como el Buen Pastor, el Señor Jesús protege y guía a sus corderos en cada prueba. Aun en los valles oscuros, no podemos ser arrebatados de Él (Jn 10.29). Su vara ahuyenta a los depredadores que intenten arrastrar a una de sus ovejas del rebaño, y su cayado hace que la oveja se aleje del peligro. Si usted está hoy atravesando un valle oscuro, recuerde que el Señor le acompaña. Su bondad y su misericordia todavía le siguen, porque nuestro Buen Pastor nunca abandona a sus amadas ovejas.
Devocional original de Ministerios En Contacto