El Señor tiene el poder supremo y absoluto, el control y la autoridad sobre el universo y todo lo que hay en él.
Jeremías 32.17
Durante una de las coyunturas más difíciles de mi vida, me senté junto a una fogata con un amigo, y me desahogué con él. Gracias a que ese hombre era un buen oyente, pudo darse cuenta de lo desanimado que me sentía, y me recordó que el Señor tenía el control de mi situación. Esta verdad se convirtió en un ancla en mi vida; por mucho que la adversidad aumentara, encontraba consuelo al saber que mi Padre celestial es soberano. El Señor tiene el poder supremo y absoluto, el control y la autoridad sobre el universo y todo lo que hay en él. La Biblia afirma que hay “un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos” (Ef 4.6).
Pensemos en las garantías que nos da esta verdad. Primero, si Dios lo creó todo y tiene poder absoluto sobre todo, entonces nada puede suceder sin su dirección y su permiso. Segundo, sabemos por medio de la Biblia que Él está involucrado en nuestra vida, y que se preocupa por los detalles de cada día. Tercero, Romanos 8.28 garantiza que Él hace algo hermoso en pro de sus hijos en cualquier circunstancia, incluso en situaciones que parecen dolorosas y negativas.
Si nuestro Padre amoroso nos protege de esa manera, podemos experimentar paz en el presente y confianza en cuanto al futuro. En los momentos de dolor, ¿cómo ve usted al Señor? En especial durante las adversidades y la aflicción, es importante recordar que Él tiene el control. Enfocarse en su soberanía le dará la confianza para seguir adelante. Lea otra vez el pasaje de hoy y dedique tiempo para meditar en el poder, el amor y la suficiencia del Padre celestial.
Devocional original de Ministerios En Contacto