Dios quiere que tomemos buenas decisiones, lo que significa que ellas deben estar alineadas con su voluntad.
Salmo 25.8, 9
Dios quiere que tomemos buenas decisiones, lo que significa que ellas deben estar alineadas con su voluntad. Él ha prometido darnos instrucciones y dirección para que sepamos cómo proceder (Sal 32.8). Una manera de descubrir la voluntad del Señor es seguir el modelo que vimos ayer. Primero, asegúrese de tener un corazón limpio, una mente pura, una voluntad rendida y un espíritu paciente. Luego, agregue estos pasos: orar con perseverancia, confiar en las promesas de Dios y recibir la paz divina. Aunque todos queremos respuestas rápidas del Señor, la Biblia nos dice que oremos sin cesar, sin rendirnos. Recuerdo haber orado cada día por una necesidad particular durante seis meses antes de recibir una respuesta. Durante este tiempo, el Señor me mostró que había tratado de darme dirección antes, pero no lo había escuchado. El temor al fracaso había sido mi escollo. Una vez que renuncié a mi temor, el Señor me dio instrucciones y poder para obedecer. Perseverar en la oración nos coloca en una posición en la que nos acercamos más a Dios, donde estamos mejor preparados para escucharlo.
Entonces, confiar en las promesas de Dios nos elevará por encima de nuestras dudas a un lugar de tranquilo descanso. Es posible que no recibamos una respuesta todavía, pero al esperar en Él con confiada expectativa, experimentaremos su “paz… que sobrepasa todo entendimiento” (Fil 4.7). Por último, la Biblia nos llama a dejar que la paz de Cristo gobierne en nuestros corazones (Col 3.15). Hacerlo nos ayudará a encontrar nuestro camino más allá de la confusión, y a recibir la clara dirección del Señor, sin dudar. Vale la pena cada esfuerzo que hagamos y todo el tiempo que tengamos que esperar.
Devocional original de Ministerios En Contacto