Desde el principio de la salvación hasta nuestro futuro eterno en el cielo, estamos cubiertos por la gracia interminable de Dios.
Efesios 1.3-14
En los círculos cristianos, a menudo escuchamos hablar de la gracia, pero ¿entendemos lo que ella significa? La Biblia usa esta palabra para referirse a la generosidad y la bondad de Dios para quienes no la merecen, es decir, todos nosotros. La gracia de Dios es el medio de nuestra salvación a través de Cristo, y la base por la cual nos ve. Por gracia, somos…
Declarados justos. Toda nuestra culpa y vergüenza han sido quitadas, y la justicia de Cristo nos es acreditada como nuestra (2 Co 5.21). Ahora podemos vivir confiadamente por Cristo, sin importar quiénes fuimos.
Parte de la familia de Dios. Una adopción espiritual ha tenido lugar, para que podamos llegar a ser hijos de Dios y llamarlo Padre (Ef 1.5). Aunque el mundo pueda vernos como insignificantes, somos hijos del Rey.
Hechos coherederos con Cristo. Nuestra herencia está garantizada y guardada para nosotros en el cielo (1 P 1.4). Hemos sido liberados de la atracción del materialismo porque somos ricos de la única manera que importa (2 Co 8.9).
Dotados de una nueva vida. Cuando ponemos nuestra fe en el Salvador, nacemos de nuevo y recibimos un nuevo comienzo (2 Co 5.17). El sello de esta nueva vida es la presencia del Espíritu Santo de Dios en nosotros, quien nos transforma a la imagen de Cristo y garantiza nuestra resurrección futura (Ef 1.13, 14).
Liberados del poder del pecado, de Satanás y del ego. La gracia nos enseña a rechazar toda maldad y a vivir en rectitud y obediencia a Dios (Tit 2.11, 12).
Desde el principio de la salvación hasta nuestro futuro eterno en el cielo, estamos cubiertos por la gracia interminable de Dios.
Devocional original de Ministerios En Contacto