El tiempo que pase con Dios transformará su manera de ser y aumentará su obediencia a Él.
Daniel 6.1-28
Daniel había estado viviendo fielmente su compromiso con el Señor desde que era un adolescente. Su testimonio de integridad y de piedad lo acompañó durante toda su vida, durante la cual había sido retado con frecuencia a transigir en su fe.
El pasaje de hoy lo muestra enfrentando una situación angustiosamente peligrosa: el foso de los leones. Aunque normalmente centramos nuestra atención en Daniel y los animales, un aspecto sorprendente de esta historia es la reacción del rey.
A pesar de que había firmado imprudentemente la ley que había puesto a Daniel en esa situación tan peligrosa, Darío estaba tan impresionado por Daniel que trató de salvarlo. Cuando los esfuerzos del gobernante fracasaron, hizo una sorprendente declaración de confianza en el Señor. “El Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves, él te libre” (Dn 6.16). ¡Eso sí que es un testimonio!
¿Su inquebrantable obediencia a Cristo lleva a otros a poner su fe en el Salvador? Muchos cristianos tienen un compromiso de conveniencia. Se mantendrán fieles, siempre y cuando eso no implique ningún riesgo, rechazo o crítica. En vez de mantenerse firmes ante el desafío o la tentación, se ponen a ver qué camino tomarán sus amigos. ¿Qué clase de testimonio es ese? ¿Quién va a querer seguir a nuestro Dios, si nosotros mismos no lo obedecemos a Él? Nuestra respuesta podrá atraer a los demás a Jesús, o los alejará.
Si desea ser como Daniel, ponga en práctica su obediencia a Cristo, tanto privada como públicamente. El tiempo que pase con Dios transformará su manera de ser y aumentará su obediencia a Él. Entonces su integridad y su vida de obediencia en un mundo incrédulo harán que otros deseen conocer al Señor.
Devocional original de Ministerios En Contacto