Nuestra vida se mueve en ciclos, y cada año Dios nos trae nuevas bendiciones, nuevos territorios para conquistar. Sin embrago, si no le inyectamos fe y acción a lo que estamos creyendo y a lo que Dios ha declarado, nada va a tomar lugar.
Nuestra vida se mueve en ciclos, y cada año Dios nos trae nuevas bendiciones, nuevos territorios para conquistar. Sin embrago, si no le inyectamos fe y acción a lo que estamos creyendo y a lo que Dios ha declarado, nada va a tomar lugar.