Versículo:
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en todos los problemas.
Por eso no tenemos ningún temor. Aunque la tierra se estremezca, y los montes se hundan en el fondo del mar; aunque sus aguas bramen y se agiten, y los montes tiemblen ante su furia. (Salmos 46:1-3)
A menudo empleamos la palabra doloroso en nuestra cultura para describir circunstancias completamente distintas. La usamos para cosas que resultan triviales. Pero en realidad, el significado básico de doloroso indica una pérdida inimaginable.
¿Cuándo fue la última vez que te enfrentaste a un momento en la vida en el cual perdiste aquello que tanto amabas? Un ser querido, un empleo, una familia, un permiso migratorio, un amigo. No estabas preparado para eso pero pasó.
En el momento menos esperado el dolor llegó a tu vida y tuviste que desprenderte de aquello que jamás te imaginaste perder. No estoy hablando de cosas frívolas o insignificantes, me refiero a sucesos realmente importantes para ti.
Un dolor profundo y real que llegó a tu vida sin avisar, marcando un antes y un después.
El 20 de mayo de 2013 un tornado tipo F5 afectó Moore, Oklahoma, dejando una estela de muerte y destrucción a su paso. Este tornado, de alrededor de dos kilómetros de anchura, permaneció en tierra durante casi treinta y nueve minutos, algo sin precedentes. Esos treinta y nueve minutos cambiaron la vida de muchos. Veintitrés personas murieron ese día; siete de ellas eran niños de tercer grado, y 377 resultaron heridas.
Las familias de esas veintitrés personas que fallecieron comprenden perfectamente lo que significa el dolor. Se levantaron ese día sin imaginarse que sería el último de sus vidas. El tornado llegó de forma inminente ocasionando graves consecuencias que jamás olvidarán.
A lo mejor estás enfrentando un tornado en tu vida. Sientes que jamás terminará y ya comienzas a ver los daños que éste deja a su paso. Las pérdidas son bastante grandes y has perdido cualquier tipo de esperanza.
Tengo buenas noticias para ti. En todos los problemas de tu vida, aunque sientas que la tierra se estremece, aunque todo a tu alrededor se hunda, puedes creer esto: Dios es tu amparo y tu fortaleza. Si depositas tu confianza en el Señor no habrá temor que pueda paralizarte.
No significa que no habrá tormentas. No quiere decir que no serás probado. Significa que a pesar de las tormentas, el dolor o las pérdidas inimaginables a las que te enfrentes Dios será tu refugio.
Si eres Su hijo, si permaneces diariamente en Su palabra, si Jesús es el Señor de tu vida y luchas para honrarlo con tus acciones, estas promesas son para ti. ¡Confía!
Tomado del Libro “La Tormenta Interior” de Sheila Walsh
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