Una relación espiritual cargada de emoción pero liviana en instrucción, vacila en un valle.
Salmo 119.17-24
Cuando escuchamos un buen sermón es recomendable anotar sus puntos importantes. Escribir graba la sabiduría en el corazón y la mente, donde se construye la base de la teología bíblica. Usted no puede permitirse el lujo de dejar que un mensaje o un pasaje de la Biblia roce apenas sus oídos y se aleje. Los cristianos que no suelen prestar atención pueden entrar en pánico al pasar por un valle espiritual; puesto que han retenido muy poca enseñanza, su comprensión del Señor será limitada. Quienes no tienen un fundamento teológico no se dan cuenta de que Dios los está sosteniendo en la dificultad, y de que su prueba tiene un propósito (Is 41.10;
Ro 8.28). Tampoco entienden que deben rendirse a la obra de Dios en sus vidas. En consecuencia, un cristiano sin una base bíblica sólida puede buscar el consejo mundano, que solo ofrece una liberación temporal del dolor y el temor.
David, el autor del Salmo 23, dijo que no temía al mal (Salmo 23.4). Conocía a Dios, así que no tenía nada de qué temer, ya que Aquel que controlaba todo estaba de su lado. ¿Cómo podría sentirse ansioso en la presencia consoladora del Espíritu? David se aferró a lo que sabía de Dios y siguió sin darse por vencido. Pero tenía que estar familiarizado con el carácter y las promesas de Dios para creer que el Señor no le fallaría. Una relación espiritual cargada de emoción pero liviana en instrucción, vacila en un valle. Los creyentes deben saber cómo se aplican las Sagradas Escrituras a la vida. A menos que sus convicciones espirituales puedan resistir la presión, el dolor y la crítica, usted está en peligro. Comience a construir su base bíblica para que la tenga en tiempos de necesidad.
Devocional original de Ministerios En Contacto