Si no le estás creyendo a Dios por algo, le quitas el placer a Dios, porque lo que le trae placer a Dios no es que tú cantes, sino que cantes porque estás creyendo por algo, que cantes a pesar de los problemas, porque crees que Él te va a librar.

Si no le estás creyendo a Dios por algo, le quitas el placer a Dios, porque lo que le trae placer a Dios no es que tú cantes, sino que cantes porque estás creyendo por algo, que cantes a pesar de los problemas, porque crees que Él te va a librar.