La guerra es un tema muy controvertido tanto en el mundo como en la Iglesia.
Romanos 13.1-4
La guerra es un tema muy controvertido tanto en el mundo como en la Iglesia. Considerando el amplio espectro de puntos de vista y opiniones, quienes siguen a Cristo harían bien en escudriñar las Sagradas Escrituras, y preguntarse: ¿Qué piensa el Señor acerca de la guerra? Para tener un entendimiento adecuado, primero debemos considerar la condición de nuestro mundo caído. La guerra es una consecuencia natural del pecado. Algunos conflictos son alimentados por intenciones y deseos perversos, pero otros son una batalla entre el bien y el mal. Dios aborrece el derramamiento de sangre, pero si el mal no es combatido, los malvados se impondrán. El Señor estableció el gobierno como un medio para fomentar el bien y restringir el mal, y la autoridad viene solo de Él. Pero algunos gobernantes abusan de su poder y deben ser refrenados. En tales casos, Dios permite la guerra por el bien de los inocentes.
El Antiguo Testamento también incluye casos en los que Dios usó la guerra para lograr sus propósitos. Ordenó a los israelitas que lucharan por la posesión de la tierra que les había prometido y que mataran a los habitantes, que eran en extremo malvados (Dt 20.1, 17, 18). Además, utilizó la guerra para juzgar y castigar a naciones malvadas (Jer 25.12-14) e incluso para castigar a su propio pueblo (5.15-17). Mientras piensa en este tema difícil, recuerde que el propósito de Dios es la destrucción de la maldad, no de las personas. En la batalla final, el Señor vencerá el pecado y la muerte, las guerras cesarán y la justicia reinará (Ap 19.11-16). Hasta ese día, haremos nuestra parte en la derrota de la maldad.
Devocional original de Ministerios En Contacto