No esperes más, busca perdonar a los demás y perdonarte a ti mismo.
Muchas veces cuando un miembro de nuestra familia nos rechaza, nos trata mal, o nos desprecia, se nos hace difícil perdonar, pero el perdón debe darse a pesar de las heridas que te hayan causado. Sin el perdón no hay esperanza para la reconciliación. Así que da el primer paso por traer restauración y sanidad. El perdón es una libertad que te das a ti mismo, aunque no sientas el deseo de hacerlo, pero más allá del sentir, es una decisión. Cuando tú decides perdonar estás facilitando el camino para traer restauración y sanidad a tu familia y serás recompensado y bendecido por eso. No esperes más, busca perdonar a los demás y perdonarte a ti mismo.
Devocional original de Mariam Delgado