“7 Por la fe Noé, cuando fue advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó el arca en que su casa se salvase; y por esa fe condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que viene por la fe.” Hebreos 11:7
Los creyentes a veces repetimos cosas como “yo vivo por fe”, sin la consciencia de lo que realmente eso significa. Tú tienes que vivir intencionalmente por fe. Si vives de esta manera, tú adoras a Dios con lo mejor, caminas con Dios. La vida de fe de Noé, por ejemplo, fue una de hacer algo diferente. Noé hizo algo que nunca nadie había hecho, porque hasta ese momento, nunca había llovido. La fe de Noé es la fe que hace algo diferente, la fe que construye. Tu fe tiene que construir, tiene que edificar algo.
Noé vivía en un tiempo muy difícil, donde había mucha inmoralidad, corrupción. No se podía confiar en nadie, había pecados sexuales inimaginables, ángeles caídos; Todo esto sucedió en los tiempos de Noé. Y, en medio de toda esa inmoralidad, hubo un hombre que construyó un arca, un lugar donde se preservaría la humanidad, donde su familia iba a ser salva. Noé no construyó por fe, sino por temor, esto no en el sentido de miedo, sino de reverencia a Dios. Este es el respeto que debemos también tener ante figuras de autoridad. Cuando Dios habla a tu vida, tiene que haber un respeto, una reverencia que tú debes mostrar a esa voz, a esa instrucción.
Otra cosa que repetimos los creyentes es orar por todo; Pero tú no puedes meramente orar por tus hijos y no tomar el tiempo de enseñarles, de educarlos, de velar por ellos, de instruirles. Una cosa es tener fe, otra es tener acciones de fe que sustenten aquello que tú crees y vives por fe. La fe que nos muestra Noé es una fe que construye. Tu familia tú la puedes orar, pero más que orarla, tú tienes que construirla. Tu empresa tú puedes orarla, pero más que eso, tú tienes que tener la fe para construirla, para comenzar algo desde cero. La vida de fe es una que toma trabajo y esfuerzo. Esto lo vemos en la vida de Noé.
Cuando Noé y su familia bajaron del arca, delante de ellos tenían una página en blanco, una oportunidad única, todo preparado para hacer algo nuevo. Y eso es algo con lo que todos, en algún momento, nos podemos identificar. Y hay varias preguntas que tú te debes hacer cuando te encuentres ante una página en blanco:
¿Cuáles son los planos que vas a construir? Hay ciertos principios que nos aplican a todos. Congregarse, ayunar, orar, diezmar y ofrendar. Pero hay unos planos que Dios tiene para ti, para tu futuro, para tu familia; Planos que Dios tiene para tu ministerio. Tú tienes un llamado, algo que hacer en tu familia.
¿Qué te llevas? Tú tienes que saber qué llevar contigo y qué no. Hay cosas que no son permitidas en el próximo nivel al que Dios te quiere llevar. Noé se llevó sustento, y también holocausto.
¿Qué haces primero al salir del arca? Lo primero que Noé hizo fue adorar a Dios. Él se llevó aquello con lo que iba a adorar a Dios, y eso es lo que tú tienes que hacer ante una página en blanco: Poner a Dios primero.
Devocional original de Omayra Font