Cuando tú haces de Dios tu enfoque de la felicidad, aprendes a contentarte. El ser feliz es una decisión que tú tienes que tomar; contentarte es algo que tienes que aprender.
Cuando tú haces de Dios tu enfoque de la felicidad, aprendes a contentarte. El ser feliz es una decisión que tú tienes que tomar; contentarte es algo que tienes que aprender.