Lo más triste en una relación es cuando se deja de perseguir. Pero Dios nunca te ha dejado de perseguir. Nunca. Puedes sentirte culpable, puedes hasta haberle negado, y Dios vuelve una y otra vez y te persigue.
652
Lo más triste en una relación es cuando se deja de perseguir. Pero Dios nunca te ha dejado de perseguir. Nunca. Puedes sentirte culpable, puedes hasta haberle negado, y Dios vuelve una y otra vez y te persigue.
652