Conocer a Dios no sucede de forma automática; es producto de pasar tiempo con Él, y de un proceso de santificación que dura toda la vida.
Filipenses 3.8-14
Es posible que un esposo viva con su esposa durante cincuenta años, coman en la misma mesa y compartan la misma rutina, pero nunca la entienda por completo. De la misma manera, podemos asistir a la iglesia y leer libros acerca del Señor sin conocer en realidad a nuestro Creador. Llegamos a conocer a Dios al pasar tiempo en su presencia y leyendo lo que revela acerca de sí en su Palabra.
Por ejemplo, Mateo 1.23 llama al Señor Emanuel, que significa “Dios con nosotros”. El Señor prometió: “No os dejaré huérfanos… Yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros” (Jn 14.18-20). La Biblia también lo describe como nuestro “pronto auxilio en las tribulaciones” (Sal 46.1). Dios no es un salvador lejano y futuro; está aquí e involucrado ahora mismo (Sal 32.7). Dios es la roca donde podemos encontrar refugio, estabilidad y fuerzas (Sal 62.2; Is 40.31).
Si usted está interesado en saber más acerca del Padre, y quiere sentir más de Él, pídale al Espíritu Santo ahora mismo que aumente su entendimiento y le guíe.
Devocional original de Ministerios En Contacto