No subestime lo que el Señor esté haciendo en su vida.

Mateo 6.20, 21

A menudo consideramos el servicio a Dios algo tan fuera de nuestro alcance que pasamos por alto las oportunidades. Pero la verdad es que, servir al Señor involucra, por lo general, lo que esté sucediendo en nuestra vida diariamente.

Recuerdo a mi primera maestra de escuela dominical, la señora Eva Crane, sonriéndome y dando caramelos a la clase. Su dulce espíritu creó en mí la convicción de que la iglesia es un buen lugar; ella me hizo querer estar en la casa de Dios. Después de 70 años, recuerdo todavía su sonrisa.

Otro ejemplo es mi abuelo. Aunque no pude pasar mucho tiempo con él, recuerdo claramente la visita de una semana que le hice en su casa. Me escuchó, y me dijo lo que estaba pasando en su vida. Durante ese tiempo, me dio varios principios por los cuales vivir, que han influenciado mi vida todos estos años. Las lecciones que me enseñó están en casi todos los sermones que predico. Así que, su sabiduría ha bendecido a millones de personas.

No subestime lo que el Señor esté haciendo en su vida. Es posible que usted no crea que es importante, pero sí lo es. Lo que le dice a las personas, cómo trata a los demás y cómo reacciona ante la adversidad, son como tesoros almacenados; Dios usa estas cosas para hacerse evidente al mundo. Cuando usted sale en defensa de la justicia, y se niega a comprometer sus convicciones, está dando testimonio de Él.

¿Cómo está Dios cumpliendo su propósito por medio de usted? Antes de comenzar el día, haga esta oración: “Señor, escojo tu camino. Haz tu voluntad en mí, sea como sea”. Si lo hace, sucederán cosas en su vida que nunca esperaba. Dios le bendecirá en gran manera.

Devocional original de Ministerios En Contacto

¿Qué puede usted hacer para Dios?

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