La verdad en la Palabra de Dios nos ayudará a enfrentar todo de una manera efectiva, confiando en Él y respondiendo como desea.
2 Timoteo 3.14-17
Vivir en este mundo es un desafío para los creyentes. Estamos rodeados de tentaciones y engaños, y necesitamos la sabiduría y la guía de Dios para que ellas nos ayuden a conducirnos con una perspectiva eterna. El recurso más valioso que tenemos en este proceso es la Biblia. El apóstol Pablo declaró con valentía que “toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil” (2 Ti 3.16). Veamos, entonces, las formas en que nuestro Padre celestial usa su Palabra en nuestra vida.
Para enseñar. Cada vez que leemos la Biblia, Dios puede revelarnos nuevas verdades. Su Palabra está llena de mandamientos, principios y ejemplos que nos muestran quién es nuestro Padre, qué hace y cómo quiere que vivamos.
Para reprender. La Palabra de Dios es comparada con una espada que corta y revela (He 4.12). Por eso, a veces, nos sentimos culpables cuando un pasaje pone al descubierto pecados o nos impulsa a pensar en lo que puede estar obstaculizando nuestro andar con Cristo.
Para corregir. La Palabra de Dios hace más que convencernos de pecado. Señala lo que debemos hacer para volver al camino de la obediencia.
Para instruir en justicia. Al leer, orar y meditar en su Palabra, absorbemos poco a poco la sabiduría y el conocimiento de Dios para que podamos avanzar con una vida de santidad y obediencia.
El resultado de este cuádruple trabajo de las Sagradas Escrituras, será que estaremos “enteramente preparado[s] para toda buena obra” (2 Ti 3.17). ¿No es esto lo que necesitamos? No importa qué circunstancia, prueba o desafío surja, la verdad en la Palabra de Dios nos ayudará a enfrentar todo de una manera efectiva, confiando en Él y respondiendo como desea.
Devocional original de Ministerios En Contacto