Tenemos un enemigo que nos odia; y no se trata de ningún ser humano que nos haya hecho mal. Estamos hablando de fuerzas demoníacas, las cuales no podemos ver, y que día a día atacan nuestra alma intentando oprimirnos y destruirnos.
Tenemos un enemigo que nos odia; y no se trata de ningún ser humano que nos haya hecho mal. Estamos hablando de fuerzas demoníacas, las cuales no podemos ver, y que día a día atacan nuestra alma intentando oprimirnos y destruirnos.