Este año, en el mes de setiembre, Enlace celebrará 25 años de estar al aire. Han sido 25 años en los que hemos visto la mano sobrenatural del Señor obrando en cada paso. ¡Nada de esto sería posible de no ser por El! Nos sentimos honrados de ser las vasijas que Dios ha usado para tan importante tarea.
Queremos agradecerte por ser parte de la familia de Enlace y te pedimos que nos acompañes mientras recordamos lo que el Señor ha hecho con nosotros.
“Tendremos siempre el cuidado de darle toda la honra y gloria al Señor.”
Este ha sido el rema que don Jonás recibió de parte de Dios el cual se ha convertido en el lema de nuestro ministerio y definitivamente viendo hacia atrás nos damos cuenta que solo Dios pudo haberlo hecho. De la nada, sin ningún recurso ni talento especial, el Señor decidió dar a luz desde una pequeña oficina, en el segundo piso de una fábrica de pastas, en un barrio marginal de una pequeña nación centroamericana; un ministerio que llevaría el mensaje del evangelio a millones y millones de personas de habla hispana alrededor del mundo. Don Jonás hablaba de lo que era la tecnología más avanzada del momento: satélites, estaciones terrenas, señales de microondas y muchos otros avances que ni sabíamos qué significaban y que hoy son una realidad. Después de 25 años, estas tecnologías nos han llevado a una expansión, con 25 oficinas en 20 países, y más de 6.500 puntos de transmisión que cubren 97 países con 15 satélites.
Fueron muchos años de siembra, muchos años de espera y dedicación con grandes limitaciones y esfuerzos, pero hoy le damos la gloria solo a Él, al ver el fruto de miles y miles de almas que han llegado a los pies del Señor, miles que han re dedicado sus vidas y el gran crecimiento que se ha dado en el pueblo de Dios.
El pueblo latino cristiano tuvo y tiene la oportunidad de ser ministrado por grandes hombres y mujeres de Dios de diferentes nacionalidades y trasfondos. Se nos abrió el mundo, y ya no solo estábamos expuestos a lo que recibíamos de nuestro pastor en nuestra congregación, sino que teníamos a muchos predicadores ahí mismo en la comodidad de nuestro hogar. Recibimos palabra fresca todos los días, las veinticuatro horas del día de forma ininterrumpida.
Ha sido un caminar precioso, aún el proceso de enseñarnos como pueblo hispano el principio de la siembra y la cosecha fue algo nuevo que no habíamos experimentado. Por años como cristianos en América Latina constituíamos un campo misionero y como niños estábamos acostumb- rados solo a recibir. Sin embargo, había llegado el tiempo de crecer y que como iglesia cristiana latina aprendiéramos el principio de la siembra y la cosecha y fue así como el Señor nos enseñó que solo dando era como podíamos recibir.
El primer estudio de televisión cristiana que se construyó en Costa Rica fue totalmente financiado por el pueblo de Dios costarricense. El Señor nos demostró que como dice Su Palabra podíamos probarlo en esto. El Señor nos ha demostrado una vez más que un corazón dispuesto que le crea es todo lo que Él necesita de nosotros. Es así como juntos el pueblo de Dios de América Latina y de habla hispana en el mundo ha sido testigo del milagro que llamamos Enlace.