El Señor le equipará para lo que sea que le llame a hacer; y gracias a que el Espíritu Santo mora dentro de cada creyente, tenemos todo lo que necesitamos para llevar a cabo nuestra misión divina.

Nehemías 2.1-10

El corazón de Nehemías se sintió agobiado cuando se enteró de la terrible condición de los judíos exiliados que habían regresado a Jerusalén (Neh 1.3, 4). Una vez que el Señor captó la atención de Nehemías, pudo mostrarle lo que quería que hiciera. Las Sagradas Escrituras no explican la reacción de Nehemías al darse cuenta de que iba a ser parte de la solución, pero podemos imaginar que haya sido invadido por una sensación de incompetencia. ¿Cómo podría ayudar? Ni siquiera estaba cerca de Jerusalén, y como servidor del rey, no tenía la libertad de hacer las maletas y marcharse.

Pero cada vez que el Señor pone una carga en nuestro corazón, abre una puerta para que podamos cumplir su voluntad. En este caso, Dios usó la expresión triste de Nehemías y su oración desesperada para preparar a un rey pagano a fin de enviarlo a la misión. ¿Cómo reacciona usted cuando siente que el Señor le llama a una tarea que parece estar más allá de sus capacidades? ¿Enumera todas las razones por las que no puede llevarla a cabo? Dios ya sabe todo acerca de usted y de la situación; de manera que no le está pidiendo permiso para proceder, sino que le está llamando a seguir adelante con fe en Él. Usted puede negarse, pero se arriesga a perder las bendiciones de vivir en obediencia a Él. El Señor le equipará para lo que sea que le llame a hacer; y gracias a que el Espíritu Santo mora dentro de cada creyente, tenemos todo lo que necesitamos para llevar a cabo nuestra misión divina. En vez de permitir que el sentimiento de incompetencia le desmotive, deje que le ponga de rodillas para poder depender de la sabiduría y del poder de Dios.

Devocional original de Ministerios En Contacto

La oración en momentos de incompetencia

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