Cualquier servicio dado en el nombre de Cristo no será en vano.
Hebreos 6.9-20
¿Alguna vez ha pensado: Te amo, Señor, pero no me pidas que haga eso? O tal vez le sirvió, pero su actitud no fue la correcta: si nadie más lo hace, entonces supongo que tendré que hacerlo. ¿Qué nos hace ser servidores reacios?
EL AJETREO: A veces nuestras agendas están tan llenas, que no dejamos espacio para obedecer al Señor. Necesitamos asegurarnos de tener límites en nuestra vida.
LA SENSACIÓN DE INCOMPETENCIA: Tal vez no nos sentimos calificados, y pensamos: Seguro que hay otra persona más talentosa que yo. Pero no se preocupe: Dios promete preparar a los que llama (2 Co 3.4-6).
EL EGOÍSMO: El servicio sacrificial no es cómodo. Puede requerir que cambiemos los planes, renunciemos a las comodidades o hagamos sacrificios económicos.
LA FALTA DE AMOR: Esto es lo más difícil de reconocer —que no nos interesamos lo suficiente. Renunciar a servir a los demás demuestra nuestra falta de devoción al Señor. Si amamos a Cristo con todo nuestro corazón, le serviremos con alegría y ayudaremos a las personas de nuestra familia, lugar de trabajo, comunidad e iglesia.
¿Busca la dirección del Señor? Cualquier servicio dado en el nombre de Cristo no será en vano. Usted experimentará la alegría de dar, y la seguridad de que Él no olvidará su sacrificio.
Devocional original de Ministerios En Contacto