Dios se interesa por nuestro bienestar físico. Después de todo, Él creó nuestros cuerpos como templo para su Espíritu. Y aunque Él puede curar la enfermedad, su intención original no fue que su creación perfecta experimentara enfermedades. Pero en este mundo pecaminoso, las decisiones contrarias a lo establecido por Dios llevan, a veces, a enfermedades […]

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El propósito de Dios es nuestro bienestar, no nuestra felicidad a corto plazo. Hechos 9.1-9 La enfermedad o las aflicciones nunca nos gustan. Después de todo, ¿qué cosa buena puede resultar de nuestros males? Dios nunca nos enfermaría por ningún motivo, ¿verdad? Pues la respuesta, asombrosamente, es que sí. La aflicción es uno de los […]

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