Dios tiene un plan para la vida de cada creyente, y los beneficios espirituales de vivir dentro de su voluntad son maravillosos.
Mateo 6.31-34
El pasaje de hoy contiene una de las promesas más maravillosas de toda la Biblia. Si en realidad la creemos y vivimos conforme a ella, nuestra vida se transformará y la preocupación perderá su control sobre nosotros. Pero si nos mantenemos buscando nuestra seguridad en las cosas que el mundo valora, tales como las cuentas bancarias, empleos estables y una economía sólida, nos llenaremos de ansiedad con cada fluctuación.
En vez de esto, ¿por qué no aceptar la garantía que nos da Dios en Mateo 6.33? Haga de Él su máxima propiedad, buscando su reino (que Dios gobierne su vida) y su justicia (que Dios transforme su vida). Eso significa obedecer su Palabra y someterse a todo lo que Él utilice para transformar su carácter, ya sea en medio de dificultades, sufrimientos o bienestar. No me refiero a una vida sin pecado sino, más bien, al deseo de vivir dentro de la voluntad de Dios, y llegar a parecerse cada vez más a Cristo.
Cuando nos comprometemos con ese objetivo, el Señor promete asumir la responsabilidad total de darnos todo lo que necesitemos. Ahora bien, esto no significa que nos dará todo lo que pidamos; pero, ¿no está agradecido de que no sea así? Solo piense en algunas de las cosas absurdas que ha pedido en el pasado. Solo Él sabe cuáles son nuestras necesidades reales.
Dios tiene un plan para la vida de cada creyente, y los beneficios espirituales de vivir dentro de su voluntad son maravillosos. Pero nuestro amoroso Padre no se detiene allí. Él promete también satisfacer nuestras necesidades físicas. Entonces, aunque cada día tenga sus problemas (Mateo 6.34), usted puede descansar en la fidelidad del Padre celestial y confiar en que Él cumplirá su Palabra.
Devocional original de Ministerios En Contacto