La buena noticia es que Dios quiere que tengamos una seguridad incuestionable de nuestra salvación.
Efesios 2.1-9
¿Es posible saber, sin ninguna duda, que uno es salvo? Esa es una pregunta que escucho a menudo de personas que han profesado fe en Jesucristo, pero simplemente no están seguras de si su fe es suficiente. La buena noticia es que Dios quiere que tengamos una seguridad incuestionable de nuestra salvación
(1 Jn 5.13). Y hay tres palabras que nos ayudarán a determinar si nuestra fe es genuina.
Conocimiento. Primero, tenemos que saber que somos pecadores, y que nuestros pecados nos han alejado de Dios. Puesto que somos impotentes para remediar esta situación, Él es nuestra única esperanza de salvación. Segundo, tenemos que saber que Jesús es Dios y que vino como el Dios-hombre para morir en nuestro lugar; y por tanto, para pagar la pena por nuestros pecados. Su resurrección prueba que su sacrificio fue suficiente para nuestra salvación.
Convicción. De acuerdo con Juan 16.8, una de las tareas del Espíritu Santo es convencernos de pecado para que podamos ver nuestra necesidad de un Salvador. Pero eso no es todo. El Espíritu de Dios también nos convence de que el mensaje de salvación en Cristo es verdadero y debemos responder.
Confianza. Al estar convencidos plenamente de nuestro pecado y de la suficiencia de la provisión de Cristo para nuestro perdón y salvación, creemos y depositamos nuestra confianza en Jesús como Salvador y Señor.
Toda la Trinidad está involucrada en nuestra salvación. El Hijo proveyó el sacrificio perfecto por el pecado, el Padre nos atrae a Cristo y el Espíritu Santo nos reprende y convence de creer en Jesús y recibirlo como nuestro Salvador. Somos salvos por la gracia asombrosa y el amor ilimitado de Dios.
Devocional original de Ministerios En Contacto