Somos diferentes por fuera, pero como creyentes, todos tenemos al Espíritu Santo en nosotros para darnos poder y guiarnos.
Efesios 4.9-16
Jesucristo conocía la importancia de la unidad en la iglesia, y en una de sus últimas oraciones la pidió al Padre tres veces (Jn 17.11, 20-23). Para honrar la oración del Señor, veamos varios aspectos de nuestra fe, que nos hace uno como creyentes:
UN CUERPO. Dios adopta a las personas en su familia sin tener en cuenta raza, género o denominación. La fe en Jesucristo es todo lo que importa (Ga 3.28).
UN ESPÍRITU. El Espíritu Santo mora en todos los cristianos. Somos diferentes por fuera, pero como creyentes, todos tenemos al Espíritu Santo en nosotros para darnos poder y guiarnos.
UNA ESPERANZA. Como creyentes, compartimos una esperanza común: el regreso de Cristo, y la vida en el cielo con Él.
UN SEÑOR. El señorío de Cristo se extiende a toda persona. Debemos someternos a su autoridad en todos los aspectos de la vida.
UNA FE. Los creyentes están unidos en una sola fe, que se basa en varias verdades esenciales: El Señor Jesús es Dios; vivió sin pecar; murió por nuestros pecados; resucitó de los muertos y ascendió al cielo, donde está sentado a la diestra del Padre.
Devocional original de Ministerios En Contacto